[Isaías 9:1 – 10:4] – Israel y buena parte de Judá han abandonado a Dios. Delante de ellos sólo queda la certidumbre de un juicio muy severo. Asiria ya está a las puertas, y no había manera de escapar. En medio de esa situación desesperada Dios anuncia que Él cambiará de forma radical cuando traiga sobre Su pueblo al Mesías, un Consejero maravilloso que será para los fieles un Dios poderoso que los protegerá y regirá con la ternura y comprensión de un Padre eterno que les traerá la paz. Sin embargo, en aquel momento Judá sigue en su camino de autodestrucción, y Dios tiene que denunciar su autoconfianza, la ineficacia de sus líderes, su división fratricida y las injusticias sociales. La buena noticia es que tras las tinieblas presentes Dios traerá la luz por medio del Mesías.