[Isaías 8:1-9:1] – Mientras continúa la amenaza de Israel, Siria y Asiria sobre Judá, Dios habla a Su pueblo por medio de Isaías a través de los nombres de sus hijos. Antes de que su segundo hijo aprenda a hablar, el Señor hará desaparecer a Israel y Siria, ya que “el despojo se apresura, la presa se precipita. Como un río desbordado, Asiría vendrá sobre la Tierra de la promesa y arrasará todo cuanto encuentre a su paso. Mientras Isaías anuncia toda esa destrucción ora a Dios diciendo: “Dios sé con nosotros” (Emanuel). Finalmente, Dios le advierte al propio profeta que tenga cuidado de sí mismo, no sea que él también sea arrastrado por la destrucción. Para ello, Isaías ha de dejar los criterios del mundo; temer a Dios; mirar a Cristo, la roca; andar con Dios; y prestar atención sólo a Su Palabra.